martes, 16 de agosto de 2011

La tentación de acariciar el lomo de una ranita .....

No se lo diría nunca, que su nombre me llegaba como los perfumes que atraen y repelen a la vez, como la tentación de acariciar el lomo de una ranita dorada sabiendo que el dedo va a tocar la esencia misma de la viscosidad. Cómo decirlo a nadie si tú mismo no podrías saber que la mención de tu nombre, el paso de tu imagen en cualquier recuerdo ajeno me desnuda y me vulnera, me tira en mí misma con ese impudor total que ningún espejo, ningún acto amoroso, ninguna reflexión despiadada pueden pueden dar con tanto encono; que a mi manera te quiero y que ese cariño te condena porque te vuelve mi denunciador, el que por quererme y ser querido me despoja y me desnuda y me hace verme como soy. (68,modelo para armar,Julio Cortazar)
Entonces es cierto,el asiento se destiñe a cada hora
la gente se sienta,nadie te trae en su bolsa
ni en el recuerdo, de un perfume,ni en un gesto.
Claro que hay pan en la mesa,por supuesto despierto a la mañana
innatamente me empujo hacia el futuro
reconstruyo grandes fortalezas con la precisión de un lince
y las destruyo con mi carrera desaforada.
La canción nos encuentra siempre
aunque carezca de sentido
musicalizar
el olvido.
Los sábados a la tarde oficio de escriba
los muertos me dejan sus mensajes
y los comunico.
Que precioso romper papeles
librarme de los muertos
que precioso oler libros nuevos
Que nadie encuentre papeles en los abrigos
que el dia sea limpio
que no me conocieras
que hermoso,pero que hermoso seria
dejarte ir
dejarte ir
dejarte ir.