Y yo que me he jactado siempre de ser nómade,de no depender de nada,ni de la gente,ni de los lugares,ni aferrarme a los sentimientos...quien carajo me creo??ahora la vida se debe haber sentido ofendida y vino a cobrarse las cuentas,digamos que la desafié bastante.
he vivido yendo de un lado al otro en estos 23 años,primero mi casa de la infancia,con techos de madera,un fondo enorme y lleno de pasto y rosas silvestres,juegos y misterios.
ahí aprendí a leer y soné con convertirme en escritora cuando fuera muy grande,para eso faltaba tiempo.
En esa casa aprendí a imaginar,a jugar,a hacer macanas a ensuciar todas las puertas con dulce de leche y a tratar de construir una escalera que llegara al cielo.
En esa casa supe que era también sentirse abandonado,supe también que podía quedarme sola y crearme otro mundo.
Luego vinieron otras épocas,la adolescencia y el alma como papel mojado,el recuerdo de mis abuelos en su casa,un viejo escritorio que se transformaba en mi cuarto y los pisos de madera sin lustrar.Ahí fui mujer,ahí conocí la independencia y el dolor.
Fui mudandome todo el tiempo;de piel ,de lugares,de personas.
sin embargo hoy me doy cuenta que me olvide de cerrar algunas puertas,que irremediablemente regreso siempre a mi casa de la infancia;justo ahora que todo amenaza con hacerla desaparecer.
Como sera no ir nunca mas?no visitar a mi viejo,no subir las escaleras hasta mi antigua pieza y recordar cuando dormiamos todos las hermanas juntas...
tendre que abrazarme a las paredes,dormir a la interperie del patio,cortar algunas rosas.
o tal vez cerrar los ojos y repetir que esto no puede ser,que algo pasara.
Una vez mas me doy cuenta lo inmadura que soy.
